29.5.06

Un perro fiel

En Tokio, en la estación de trenes del barrio de Shibuya, existe desde 1935 la estatua de un perro que sirve de referencia tanto para los turistas como para los indígenas de la zona.

Se trata de la estatua de Hachiko, un perro que estaba acostumbrado a esperar a su dueño en la estación siempre a la misma hora. La historia cuenta que después de morir su dueño, el animalillo siguió esperándolo en el mismo sitio a la misma hora durante 7 años, hasta que murió, entonces la prensa se hizo eco de ello y le construyeron la estatua. Aparte de esto, la estatua original fue fundida durante la II Guerra Mundial, para ser reconstruida en el año 1948.


Ana con estatua de Hachiko.
Aquí tenemos a Ana, nuestra corresponsal
en Japón, junto a la estatua de Hachiko.


Aunque estoy seguro de que al cabo del tiempo, el pobre perro volvería por las sobras de takoyaki que le echarían. A pesar de todo, la verdad es que me parece mucho más razonable que hacerle una estatua a Maria Isabel.

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2 comentario(s):

No está bien romper el romanticismo de la idea original... XD

Lo de María Isabel no lo sabía y casi preferiría haberme quedado tal cual.

Por Blogger Illuminatus, a las 9:15 p. m.  

Estatua a María Isabel ... ¡brrr!

Por Blogger Liamngls, a las 12:11 a. m.  

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